Anteriormente vimos en una
entrada los tipos de reconocimiento médico que encontramos, encontrando en los deportes
de base el reconocimiento médico básico entre los más empleados hasta los 11
años, mientras que a partir de esa edad el más utilizado es el especial o incluso,
el exhaustivo. Cada tipo tiene unas partes características: la historia clínica
médico-deportiva, la fase de exploración, pruebas o test de exploración y las
pruebas complementarias. En la siguiente entrada vamos a centrarnos en la fase
de exploración.
La exploración en el reconocimiento médico [Seguridad deportiva]
En los reconocimientos
médicos encontramos diferentes zonas corporales de exploración:
Exploración general: Se explora la piel y las
mucosas junto al peso, altura, el IMC, entre otros valores similares. Suele ser
de los más comunes.
Exploración de la cabeza-cuello: Se
comprueba cualquier anomalía en los ojos, en la boca (posibles caries), oídos,
si existe soplo carotídeo y adenopatías en el cuello, palpación de glándula
tiroides.
Exploración del tórax: Se mide e inspecciona la
tensión arterial y frecuencia cardiaca en reposo, auscultación cardiaca y
pulmonar.
Exploración del aparato locomotor: Se
realiza un estudio de las articulaciones de los miembros superiores e
inferiores, del estado de la columna vertebral, de los apoyos plantares. Además
se comprueba el tono de la musculatura.
Exploración neurológica: Se comprueban los reflejos
osteotendinosos y posibles alteraciones de la sensibilidad.
Exploración del abdomen: Se explora y palpa el
abdomen para una valoración del tono de la musculatura abdominal, adenopatías
(enfermedad de las glándulas) y hernias (zona que sobresale de forma natural o
accidental y requiere normalmente cirugía).
Imagen 1. La exploración en el reconocimiento médico es fundamental. |
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