Continuamos con los principios de entrenamiento. En esta entrada vamos a tratar el principio de especificidad, un principio característico de la actividad que se va a realizar o practicar posteriormente.
Principio de especificidad [Entrenamiento deportivo]
Como comentamos en anteriores entradas, cuando realizamos algún deporte de forma continuada, ya sea en una sesión de entrenamiento o durante un tiempo determinado durante días, nuestro cuerpo sufre una serie de cambios y adaptaciones, los cuales sin una recuperación adecuada pueden acarrear un sobreentrenamiento, fatiga o incluso lesiones. Existen varios principios de entrenamiento ya comentados en anteriores entrados como el principio de individualidad, principios de desarrollo multilateral, de progresión, de repetición, etc. Todos tienen sus particularidades y tienen sus ventajas, pero existe uno que debemos considerar a la hora de la práctica deportiva y es el principio de especificidad.
En el principio de especificidad los efectos del entrenamiento son específicos al estímulo de entrenamiento utilizado. Por ejemplo, si queremos mejorar nuestra resistencia anaeróbica trabajaremos entrenamientos o metodologías con cambios de ritmo, series de velocidad o similares. En cambio, si queremos mejorar la fuerza del tren superior no sería lógico trabajar carrera continua.
Por ello, se debe analizar las características de cada deporte y posición (en el caso de deportes de equipo) previamente para así, plantear posteriormente tareas específicas y conseguir esas mejoras en el rendimiento.
Imagen 1. El principio de especificidad es muy utilizado en el mundo del entrenamiento deportivo. |
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