Volvemos con nuestra sección sobre el aparato locomotor, más concretamente, el sistema muscular. En la siguiente entrada continuamos con la estructura del músculo, más específicamente con los filamentos de actina y miosina.
Actina y miosina y su alineación [Entrenamiento personalizado]
Para entender la forma en los músculos se contraen para generar fuerza y producir el movimiento debemos examinar la actina y miosina
Actina: se compone de dos filamentos finos que forman una doble hélice retorcida entre sí y a los cuales se le unen la tropomiosina y troponina, que ayudan a contraer el músculo junto a la actina.
- Troponina: molécula regular que se une con la tropomiosina a intervalos. Desempeña un trabajo crucial en la acción muscular y su fatiga, presentando afinidad con iones de calcio.
- Tropomiosina: proteína larga y con forma cordiforme (de corazón) distribuida en espiral en torno a la doble hélice de actina y bloquea los puntos de unión para el acoplamiento de actina y miosina.
Miosina: filamento más grueso en donde la molécula contiene dos cabezas de miosina o puentes cruzados que se unen a los filamentos de proteínas (estos se mezclan y forman largas colas o cadenas ligeras).
Cientos de moléculas de miosina se agrupan cola con cola en un haz, donde las cabezas globulares apuntan hacia una dirección a lo largo de la mitad del filamento y en la dirección contraria en la otra parte. En el centro se encuentra la línea M, en donde no se localizan cabezas globulares. Seis filamentos de actina rodean cada filamento de miosina.
Cuando se produce la contracción muscular, las cabezas globulares de la miosina se extienden en puentes cruzados y constituyen enlaces con puntos específicos sobre el filamento de actina, formando el vínculo funcional y estructural de dos filamentos.
Imagen 1. Filamentos de actina y miosina. |
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