En una anterior entrada tratamos
la confianza que tenemos en nuestros recursos y posibilidades para lograr un
objetivo (autoconfianza). A continuación, vamos a relacionarla con la
motivación en nuestra sección de Psicología
Deportiva con deportistas jóvenes.
La autoconfianza y la motivación [Psicología deportiva]
Cuando los deportistas
jóvenes confían en que pueden alcanzar los retos que les interesan
(autoconfianza), su motivación se fortalece. La motivación y autoconfianza deben
desarrollarse
paralelamente.
Resulta primordial
fortalecer la autoconfianza y, con ello, aumentará la motivación. Para ello, se
deben proponer objetivos a corto plazo que se pueden controlar y poco a poco
aumentar la dificultad, siempre sin presión para alcanzarlos. De este modo, se
recupera la confianza, disminuye el estrés y aumenta la motivación.
Muchas veces los educadores,
monitores, entrenadores o incluso padres cometemos el error de decir que trabajen duro
para conseguir logros, cuando lo realmente importante es aumentar la
autoconfianza.
La percepción de control
está muy relacionada con la autoconfianza, ya que cuando el deportista percibe
que controla las exigencias de su actividad, fortalece su autoconfianza.
Debemos saber que el control absoluto no es posible porque siempre
existirán circunstancias que no se pueden controlar, aunque se debe favorecer
que controlen lo máximo posible.
Por todo ello, es importante establecer objetivos de
realización (objetivos que dependen del propio deportista más que
los resultados) para que el deportista centre su atención en lo que dependa de
él, reciba feedback e instrucciones sobre aquello que se puede controlar y le evalúen su rendimiento por lo que realiza
y no por lo que consigue. Así potenciará su autoconfianza y su percepción de
control.
Imagen. Cuando un deportista tiene autoconfianza, aumenta su motivación.
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