Anteriormente vimos en
nuestra sección sobre Diferencias individuales y personalidad, cómo describir la personalidad y el uso de adjetivos calificativos para ello. A continuación, en
la siguiente entrada ampliaremos este contenido aclarando otros dos conceptos
que se le suelen asociar: el temperamento y el carácter.
Diferencias entre el temperamento y el carácter [Diferencias individuales
y personalidad]
El
temperamento y el carácter forman parte de la personalidad y, aunque para mucha
gente pueden significar lo mismo, no son sinónimos. El temperamento se emplea
para referirnos a esos rasgos de la personalidad que son innatos y consideramos
como personalidad, es decir, es una parte temperamental de la personalidad.
Por
otro lado, el carácter no es innato y lo vamos forjando en base a nuestro
aprendizaje, a aquello que vamos aprendiendo, a la esa interacción que tenemos
con el ambiente.
El
temperamento y el carácter se suelen utilizar como sinónimos, pero no es
correcto y ambos engloban a la personalidad. Podemos tener rasgos que forman
parte de nuestro temperamento, es decir, hemos nacido con ellos (hereditarios)
y otros han sido forjados en base a experiencias, entorno… es decir, forman
parte de nuestro carácter.
Es importante saber que la expresión coloquial que
solemos utilizar de “tener personalidad o no tener personalidad” es errónea. Para
que esta frase sea correcta debemos de describir a la persona con adjetivos
calificativos, como por ejemplo es dependiente o independiente, estable,
autónomo, comunicador, etc. Debemos saber que describir a una persona con esa
expresión es algo muy pobre y si se va a trabajar con niños/as debemos ser más
concretos a la hora de describir la personalidad de los mismos.
Imagen. El carácter no es innato y se debe a experiencias.
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