Vamos a comenzar a ver
en nuestra sección de Necesidades Educativas Especiales determinadas
necesidades que podemos encontrarnos en nuestras aulas en el día a día. Hoy
traemos una necesidad que es más común de lo que todos creemos: el Trastorno
del Espectro Autista o TEA.
El Trastorno del Espectro Autista [Necesidades Educativas Especiales]
Los
niños con Trastorno
del Espectro Autista o TEA muchas veces han sido considerados como
niños con Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) por compartir algunos
aspectos comunes, pero los TEA son un grupo muy heterogéneo y, en realidad, su
desarrollo no está afectado de manera “generalizada”.
Pese
a ello, a partir de los años 90, Lorna Wing investigó que todos los TEA o TGD
presentaban alteraciones conocidas como la triada de Wing que consistían en:
- Déficits en la interacción social.
- Déficits en la comunicación verbal y no verbal.
- Patrón restringido de intereses y comportamientos.
Un
amplio número de personas presentan dificultades en grados variables en estas
dimensiones, pese a no cumplir los requisitos de diagnóstico de los TGD.
Además,
pese a la unidad de este concepto, la diversidad clínica en niveles de
desarrollo y afectación también se encontraba en el funcionamiento intelectual
cuestionándose tanto una subclasificación de los TGD como sus límites diagnósticos
con otras categorías.
El
autismo
es un trastorno del desarrollo, de origen neurobiológico, presente desde el
nacimiento o los primeros años del desarrollo, que afecta a comportamientos humanos
como la interacción social, la capacidad de comunicar ideas y sentimientos, la
imaginación y la capacidad de relacionarse con otras personas. Tiene por norma
general efectos para toda la vida. Por ello, un tratamiento educativo es más
adecuado que uno médico actualmente, sin importar sus posibles causas
(genética, metabólica, infecciosa, etc.). Los programas de educación
especializada, el desarrollo de habilidades adaptativas y la coordinación entre
profesionales, familias e instituciones públicas y privadas para aportar
recursos adecuados para su inserción social, son el camino para la implantación
de niveles de calidad de vida en igualdad de condiciones que el resto de los
miembros de la comunidad.
Los
niños TEA se caracterizan como un espectro de trastornos que varían según la
edad del niño, la severidad de los síntomas u otros desórdenes asociados
(epilepsia, retraso específico del lenguaje, discapacidad intelectual…). No
existen comportamientos exclusivos de un TEA u otros que los excluyan, pese a
que parezca que ese comportamiento sea característico de los mismos. Por
ejemplo, los déficits sociales. Un porcentaje importante de estos niños tienen
discapacidad intelectual, aunque otros (aquellos afectados de Síndrome de
Asperger) no presentan retraso en el desarrollo cognitivo ni en el lenguaje,
aunque sí deterioro en interacciones sociales con comportamientos
estereotipados y restringidos
Son
diagnosticadas en los primeros años de vida por presentar unas características
conductuales como ser solitarios, indiferentes, aceptación pasiva de
los demás, dificultad para mantener e iniciar relaciones, compartir intereses… Además,
en el plano
cognitivo se encuentra un importante deterioro en la cognición
social y psicología intuitiva para desenvolverse en el mundo social o mental
acarreando dificultades para comunicarse, problemas de compresión e incluso
muchos TEA carecen de lenguaje.
Imagen. Los problemas en la relación es algo habitual.
Les
resulta complicado comprender normas sociales (saludar, esperar turnos, etc.),
frases con doble sentido o bromas, expresiones emocionales como la tristeza,
alegría, odio… y les resulta complicado establecer relaciones de amistad o
amor. Tienen un pensamiento simbólico muy limitado, por lo que les resulta
difícil organizar el tiempo y realizar actividades espontáneamente, siendo
obsesivos y rígidos algunas veces con rutinas, ordenando objetos, etc.
Suelen tener buenas capacidades en la memoria
mecánica, la motricidad y las áreas visoespaciales (dibujo, pensamiento
visual). Con los años y conforme se hacen adultos, su conducta tiende a
estabilizarse mejorando las relaciones con los demás, desarrollando mayor
autonomía, pero puede que no sea suficiente para adaptarse a la sociedad, por
lo que su atención educativa les servirá de gran apoyo.
Un pequeño resumen:
Puedes volver a la página del Trastorno del Espectro Autista o TEA ubicada en nuestra sección dedicada a las Necesidades Educativas Especiales en el siguiente enlace:
0 comentarios:
Publicar un comentario