Como vimos en la entrada
sobre las fibras musculares, encontrábamos dos tipos principalmente: fibras de
contracción lenta (tipo I) y contracción rápida (tipo II). En la siguiente
entrada, vamos a profundizar sobre la distribución de las mismas en un nuevo
contenido de nuestra sección del aparato locomotor correspondiente a los
conocimientos que debemos dominar respecto al entrenamiento personalizado.
Distribución de las fibras musculares [Entrenamiento personalizado]
Los tipos de fibras (tipo I
y tipo II) se diferencian por sus propiedades metabólicas y contráctiles.
Las fibras de contracción lenta (Tipo I)
se caracterizan por intervenir en la producción de energía en actividades
aeróbicas prolongadas, como el Aeróbic, carreras de distancia, la gimnasia en
el agua (ejercicio acuático) y bicicleta estática. Son resistentes al cansancio,
mientras que las fibras tipo II se fatigan con facilidad.
Estas fibras tienen un retículo
sarcoplasmático menos desarrollado, ralentizando su capacidad de captar iones
de calcio y reduciendo el nivel de actividad de la ATPasa, inhibiendo la
velocidad de la hidrólisis de ATP.
Su capacidad de control
glucolítico está menos desarrollada que en fibras de tipo II. Las fibras tipo I
contienen gran número de mitocondrias y enzimas mitocondriales, mejorando con
ello el metabolismo aeróbico. Las fibras de tipo I suelen considerarse como
fibras de metabolismo oxidativo, presentan mayor capacidad para el riego
sanguíneo, con una adaptación estructural y funcional gracias a su
mayor necesidad de liberar oxígeno.
Las fibras de contracción rápida (Tipo II)
tienen capacidad de generar poderosas y rápidas acciones musculares debido a factores
metabólicos, como nivel de liberación de iones de calcio, el nivel elevado de
ATPasa y un retículo sarcoplasmático muy desarrollado. Su velocidad de
acortamiento y desarrollo de fuerza de sus fibras son de tres a cinco veces mayores
que los de las fibras de contracción lenta.
Estas fibras utilizan fundamentalmente
como fuentes de energía la glucosa de la sangre y glucógeno de los músculos reclutándose
en actividades anaeróbicas como un remate en tenis, una sesión de pesas o un
lanzamiento a portería.
Las fibras de contracción rápida
se dividen a su vez en dos grupos:
- Fibras tipo IIa: se consideran fibras intermedias y se denominan fibras de metabolismo oxidativo-glucolítico. Poseen capacidad moderada para producir energía aeróbica y anaeróbica.
- Fibras tipo IIb: son fibras con mayor potencial anaeróbico y se denominan fibras de metabolismo glucolftico (FG).
Imagen. Según el tipo de fibra, nuestro organismo tendrá una capacidad.
Bibliografía: Kravitz, L (2008). Estructura y función de los
sistemas muscular, nervioso y óseo. En R. Earle y T. Baechle (eds.), Manual
NSCA. Fundamentos del entrenamiento personal (pp. 12). Barcelona: Paidotribo.
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