En la siguiente entrada
sobre el sistema nervioso (sistema de comunicación y ordenación del cuerpo) trataremos
los impulsos nerviosos y conceptos relacionados como la despolarización,
repolarización, potencial de acción o la bomba sodio-potasio, entre otros
conceptos que debemos dominar para comprender los procesos que ocurren en el
interior y exterior de la célula. Volvemos con nuestra sección sobre
entrenamiento personalizado.
Los impulsos nerviosos, despolarización y potencial de acción [Entrenamiento
personalizado]
Cuando
la membrana celular de un nervio y la fibra muscular están polarizadas sus cargas eléctricas
son diferentes. En el interior de la célula se encuentra una concentración de
iones potasio alta, mientras que en el exterior son iones de sodio.
La
carga interna de la membrana celular es de -70 milivoltios en reposo, es decir,
es negativa comparada con la carga exterior de la célula, siendo entonces más
positivo. Este es el potencial de reposo transmembrana, que depende
de la bomba sodio-potasio para su estabilidad, la cual regula el equilibrio de
ambos iones: sodio en el interior y potasio en exterior de la célula.
Por
otro lado, encontramos potenciales graduados que ocurren cuando la
membrana celular del nervio sufre cambios pequeños en la carga eléctrica debido
a modificaciones en la parte externa de la membrana celular.
La
despolarización
ocurre cuando carga de una membrana celular comienza a ser menos negativa. En
cambio, si se vuelve más negativa, ocurrirá una hiperpolarización.
Cuando
un potencial eléctrico de una membrana celular cambia su valor de -50
milivoltios a -55, logrará su umbral eléctrico y transmitirá el potencial de
acción por el axón hasta el músculo o el órgano, modificando su
valor de -70 a +30 milivoltios durante el mismo, ya que han entrado muchos
iones sodio en el interior de la célula. Si una membrana celular llaga a su
umbral eléctrico o lo pasa, el mensaje será un potencial de acción.
El
potencial de acción puede propagarse por completo cuando alcanza el umbral o no
lo logra en el caso contrario. Este proceso se denomina principio de todo o nada.
La
conducción
saltatoria se produce cuando el potencial de acción viaja por un
nervio mielínico, saltando entre nódulos de Ranvier hacia un órgano, siendo la
velocidad de transmisión nerviosa por un axón mielínico hasta valores de 100
m/s. Cuando esto ocurre y llega el potencial de acción a las terminaciones
axónicas, alcanzará una sinapsis (unión de dos nervios donde un
neurotransmisor pasa de la terminación axónica del axón de un nervio hasta
receptores del otro para seguir el potencia de acción) o su órgano de destino.
Después
del potencial de acción, el nervio motor se repolariza, es decir, recupera
su potencial de reposo transmembrana, lo que acarrea el movimiento de iones
potasio al exterior de la célula para recuperar los -70 milivoltios. Por otro
lado, durante el potencial de acción, los iones sodio se precipitan en la
célula, a la vez que, durante la repolarización, los iones potasio salen de la misma,
creando concentración de iones potasio en exterior y de sodio en interior. Esta
situación de potencial de reposo transmembrana opuesta a la normal se resuelve
con la activación de la bomba sodio-potasio, devolviendo la concentración de iones
dentro y fuera de la célula.
En la siguiente entrada profundizaremos más sobre la
sinapsis, esa comunicación de nervios, y con músculos mediante la unión neuromuscular.
Imagen. La activación de la bomba sodio-potasio devuelve la concentración de iones dentro y fuera de la célula.
Bibliografía:
Kravitz, L (2008). Estructura y función de los sistemas muscular, nervioso y
óseo. En R. Earle y T. Baechle (eds.), Manual NSCA. Fundamentos del
entrenamiento personal (pp. 14-15). Barcelona: Paidotribo.
Puedes volver a la sección sobre el Sistema Nervioso en el siguiente enlace:
0 comentarios:
Publicar un comentario