Volvemos con la sección del
blog sobre Control y evaluación del Rendimiento continuando con el bloque
centrado en la Cuantificación, control y la modelación del entrenamiento. En esta entrada trataremos
algunos problemas que plantean las herramientas de control y evaluación de
rendimiento.
¿Qué problemas plantean las herramientas de control y evaluación del
rendimiento? [Control y evaluación del rendimiento]
La
utilización de escalas
ordinales de intensidad en la cuantificación del entrenamiento,
conceden un peso específico a cada tipo de estímulo de entrenamiento.
El
uso de la frecuencia
cardiaca en la cuantificación del entrenamiento se fundamenta en dos
supuestos:
- El ejercicio de máxima intensidad solicita la máxima frecuencia cardiaca.
- La respuesta de la frecuencia cardiaca al ejercicio es indicativa de la respuesta energética total.
Por otro
lado, en ejercicios
maximales de corta duración, la respuesta del sistema cardiovascular
puede ser pequeña aunque la fuerza o potencia generadas sean elevadas. Por
tanto, la frecuencia cardíaca no es indicativa de la contribución energética
anaeróbica en la ejecución de una tarea.
La
utilización de las variables fisiológicas relacionadas con el
rendimiento en la cuantificación del entrenamiento (lactacidemias) no permiten
realizar una ponderación para los esfuerzos de mayor intensidad. Por ejemplo, los
niveles de lactato sanguíneo no reflejan la intensidad del esfuerzo cuando es
necesaria una elevada fuerza absoluta o un alto ritmo de desarrollo de fuerza.
La
sobreestimación o infraestimación del entrenamiento realizado al utilizar
cuestionarios puede afectar significativamente a la prescripción del
entrenamiento. La percepción de la intensidad utilizando escalas
de Likert afecta la experiencia y tolerancia de las personas.
Un aspecto
que suele no considerarse durante la cumplimentación de cuestionarios son las condiciones
ambientales, aunque se sabe que este factor afecta a la validez y
fiabilidad de los resultados obtenidos.
Para
algunos autores parece que los factores citados anteriormente, más el nivel
cultural o la procedencia y la duración o dimensión del cuestionario,
desaconsejan su utilización para la cuantificación de la dosis de ejercicio. Por
ejemplo, utilizar un cuestionario no validado para un grupo de edad.
El coeficiente de validez más alto entre la escala de Borg
(6‐20) y una variable fisiológica se da en su relación
con el ritmo respiratorio.
Imagen. La FC no es indicativa en ejercicios maximales de corta duración.
Puedes volver a la sección de Cuantificación, control y modelación del entrenamiento correspondiente a la asignatura de Control y Evaluación del rendimiento en el siguiente enlace:
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