Anteriormente vimos que
las proteínas son, junto a grasas e
hidratos de carbono, uno de los tres grandes macronutrientes que necesitamos en
nuestra dieta, y tienen una gran importancia en nuestro organismo. A continuación
seguimos ampliando la sección dedicada a las mismas viendo cómo es el metabolismo
de los aminoácidos y las proteínas.
El metabolismo de
los aminoácidos y las proteínas [Nutrición y alimentación]
Los aminoácidos que han sido absorbidos se transportan
al hígado (órgano que los distribuye a los territorios periféricos) por la vía
porta. Nuestro organismo no tiene un almacén de proteínas como pasaba en el
caso de los lípidos (tejido adiposo) y glúcidos (glucógeno), pero tienen una
pequeña reserva en el hígado y proteínas plasmáticas.
Los aminoácidos presentan
distintas funciones metabólicas, principalmente la biosíntesis de nuevas proteínas tisulares. Las proteínas corporales son renovadas de forma periódica.
Existen otras rutas metabólicas de los aminoácidos que llevan a la síntesis de
sustancias que contienen nitrógeno (péptidos, aminoácidos libres, hormonas como
glucagón, insulina, etc.).
También es importante la formación
de creatina (a partir de arginina, glicina y metionina) que presenta gran
importancia en la regeneración de ATP y es abundante en el músculo y, la carnitina (a partir de lisina y metionina) que ayuda en la entrada de ácidos
grasos a la mitocondria para su oxidación.
Los aminoácidos no necesarios o aquellos
que no entran en rutas anabólicas, seguirán la ruta catabólica (serán oxidados
para obtener energía) siendo su primera etapa la desaminación, la cual se produce en el
hígado y se obtienen el grupo amino (amoniaco) y el esqueleto hidrocarbonado
(α-cetoácidos).
Otro proceso opuesto puede darse
en caso de necesidad como son las reacciones de transaminación, pero en el
caso de los no esenciales. La fracción no nitrogenada del aminoácido o
esqueleto hidrocarbonato, puede tomar diferentes destinos metabólicos mediante
esta reacción, combinándose con grupos amino libres nuevamente y formar nuevos
aminoácidos (los no esenciales), que podrán seguir las rutas anteriores.
El amoniaco (formado a partir del grupo
amino) se utiliza en la síntesis de compuestos nitrogenados, en mantenimiento
del equilibrio ácido-base en el riñón, etc. Su exceso debe eliminarse en forma
de urea, ya que es un compuesto muy tóxico. Este proceso de ureogénesis ocurre
en el hígado con el ciclo de la urea.
Las fracciones no necesarias ni adecuadas
para la síntesis de proteínas formarán glucosa (gluconeogénesis), que se
almacena (glucógeno) o transforma en grasa (depositada en tejido adiposo). En
el caso de entrar en el metabolismo energético, lo hacen mediante el ciclo de
Krebs, catabolizándose y siendo los productos finales urea, dióxido de carbono
y agua, junto a la energía.
Imagen. La biosínteiss de nuevas proteínas tisulares es una de las funciones metabólicas de los aminoácidos.
Bibliografía: Pérez-Llamas, F. y Zamora, S. (2002). Proteínas. En
S. Zamora y F. Pérez-Llamas (eds.), Nutrición y alimentación humana (pp. 63-65).
Murcia: Universidad de Murcia.
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