Comenzamos la semana volviendo
a nuestra categoría de Mención de AL con la materia sobre Evaluación y Diagnóstico de la Audición y Lenguaje. A continuación
vamos seguir con el concepto y modelo de evaluación tratando la evaluación del
lenguaje.
Evaluar el lenguaje [Evaluación y Diagnóstico de la Audición y el
Lenguaje]
Cuando estamos ante un niño con
dificultades el objetivo no es etiquetarlo con un diagnóstico, sino que la
evaluación del profesor debe ser funcional, es decir, debe centrarse en valorar las respuestas
problemáticas. Para ello, se emplean herramientas fundamentales como registros
de observación, cuestionarios, entrevistas y la propia interacción diaria.
Podemos decir que evaluar
el lenguaje consiste
en establecer el nivel de eficiencia en el habla, la lengua y la comunicación
en función de los nexos que establece con todas las variables (cognitiva, audio-oral,
emocionales, etc.). Además se especifica
en qué medida está alterado en sí mismo o expresa la existencia de alteraciones
pertenecientes a otros ámbitos que deben ser considerados como etiológicos o
concomitantes al problema lingüístico.
La evaluación del lenguaje supone el
primer paso hacia la intervención. El éxito de un tratamiento depende en gran medida de sus métodos de
evaluación y de sus criterios diagnósticos. La intervención sin evaluación siempre
será una actividad inútil, ya que interactúan entre sí y constan de varias
partes secuenciadas y específicas:
- Detectar el problema.
- Evaluación inicial de las conductas problema
- Recomendaciones para la intervención.
Todo ello precisa una recogida de
información detallada sobre el propio niño y las personas de su entorno, padres
y profesores.
Imagen. El profesor realiza una recogida de información detallada sobre el niño y su entorno.
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