En la siguiente entrada seguimos
tratando el mundo del Yoga. A continuación abordaremos la respiración y la
gravedad junto al yoga. Tras ver en anteriores entradas resumidamente una serie
de conceptos yóguicos, continuamos profundizando con la respiración
y la gravedad como primeras experiencias en el apartado centrado en la respiración.
La respiración y la gravedad como
primeras experiencias [Yoga]
Al comienzo de la vida del ser humano,
ocurren una serie de cosas en el interior del cuerpo:
En el interior del útero, mediante el cordón
umbilical se aporta oxígeno, siendo la madre quien realiza la respiración. Cuando
estamos en el interior no hay aire (muy poca sangre en los pulmones) y el
aparato circulatorio tiene sangre rica en oxígeno por las venas y carente del
mismo por arterias, estando este aparato invertido. En ese momento tenemos
vasos que tras el nacimiento se cerrarán y serán ligamentos.
Cuando se nace nos separamos del cordón
umbilical y es en este momento cuando debemos realizar acciones para la
supervivencia. La primera acción que declara nuestra independencia fisiológica
y física es el
primer aliento (la inspiración más importante realizada y la más
enérgica, ya tiene que vencer la tensión superficial inicial de nuestro tejido
pulmonar), ya que el llenado de los pulmones provoca cambios en el aparato
circulatorio:
- El corazón se separa en dos bombas.
- La sangre invade los pulmones.
- Los vasos de la circulación fetal se cierran.
Esta fuerza requerida o fuerza Inspiratoria
negativa es tres o cuatro veces mayor que la de una inspiración normal.
Además del primer aliento destacamos la experiencia
del peso del
cuerpo en el espacio en el momento del nacimiento. En el interior
del cuerpo de la madre nos encontramos en un entorno repleto de líquido. Por
otro lado, una vez en el exterior se expande nuestro espacio y podemos movernos
libremente (miembros, cabeza, etc.), pero con ayuda de los padres ya que no se
domina la estabilidad y la movilidad. Tras esto, comenzará un proceso de
desarrollo cefalo-caudal (de cabeza a los pies) iniciado con el sostén de la
cabeza.
Podemos resumir que desde el nacimiento nos
encontramos con dos fuerzas: la respiración y la gravedad. Estas, tienen una gran relación
con la práctica del yoga, ya que debe existir un equilibrio entre prana/apana
(respiración) y sthira/sukha (postura).
Imagen. La respiración y la gravedad tienen gran relación con el Yoga.
Bibliografía: Kaminoff, L. (2008). Anatomía del Yoga. Madrid: Tutor.
Puedes volver a la sección centrada en La respiración y el Yoga en el siguiente enlace:
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