Las técnicas que
permiten consolidar las conductas ya existentes o instaurar conductas nuevas se
basan en la utilización del refuerzo, el cual presenta además un efecto
emocional positivo y permite establecer vínculos afectivos. Continuamos con técnicas para el desarrollo de conductas
conocidas. En esta ocasión hablaremos de técnicas de encadenamiento, en una
nueva entrada de Conducta y Terapia
cognitiva.
Técnica de encadenamiento [Conducta y terapia cognitiva]
La técnica de encadenamiento consiste en el
aprendizaje de conductas complejas mediante su descomposición en conductas más
sencillas. De este modo, se forma una cadena en la que cada eslabón es una
conducta importante para la conducta final, que será reforzada.
Por otro lado, cada conducta es
un estímulo
discriminativo para la realización de la próxima
conducta y reforzante de la anterior.
Encontramos dos tipos de encadenamiento:
Encadenamiento hacia delante: Se
empieza aprendiendo el primer eslabón (se refuerza con la siguiente conducta) y
luego el terapeuta ayuda al niño a realizar el resto de pasos hasta llegar al
último (se obtiene refuerzo). Cuando se ha aprendido este paso se enseñan uno a
uno los pasos siguientes, en la dirección al final de la conducta.
Encadenamiento hacia atrás. En este tipo de encadenamiento se realizan todos los pasos (eslabones)
y se empieza a trabajar en el aprendizaje del último (se refuerza). Cuando se
ha aprendido este paso se enseñan los pasos anteriores, en dirección al inicio
de la conducta.
Imagen. La técnica de encadenamiento permite aprender una serie de conductas gracias a su descomposición en otras más sencillas. Autoría Lifeder.
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