Existen una serie de patrones
de funcionamiento en los deportistas que son comunes, por ejemplo, sobre motivación,
autoconfianza, percepción de control, etc., pero también encontramos unas características
que son diferentes a tener en cuenta como el tipo de motivación o éxito
temprano. El muchos casos el entorno llega a ser más influyente que las
diferencias individuales, pero otras veces tienen cierta influencia. A
continuación se abordará la extroversión, introversión y timidez en el deporte de los jóvenes en una nueva entrada de Psicología deportiva.
La extroversión,
introversión y la timidez [Psicología deportiva]
¿Sabías que no todos los chicos ni chicas
necesitan la misma estimulación y gratificación externa debido a sus
diferencias de personalidad?
Las personas introvertidas se nutren de
estímulos internos mientras que lo aquello que es externo puede agobiarlos. Por
ejemplo, no le gusta que le animen. Los chicos y chicas suelen aislarse mentalmente
con sus pensamientos y actividad interna resultándoles molesto escuchar y
hablar.
En cambio, los extrovertidos necesitan más las
palabras de ánimo, las palmadas, el reconocimiento, la comunicación, recibir
atención social, etc.
Tanto introvertidos como extrovertidos tienen su patrón
de personalidad, pero no quiere decir que uno disfrute más que el
otro ni que los extrovertidos estén más implicados en la práctica deportiva.
Los padres deben saberlo y comprenderlo. Un niño/a puede ser extrovertido en
una competición e introvertido en otro entorno no competitivo e incluso variar
en momentos concretos.
Es importante captar los momentos diferentes
para que se respete el aislamiento en introvertidos y se responda a la demanda
de los extrovertidos. Por otro lado, es importante no confundir un chico/a introvertido con
timidez.
El introvertido presenta una vida interior muy
estimulante, siendo lo externo una sobrestimulación que interfiere con su
actividad interna y le resulta incómoda, procurando evitarlo. Además, carece de
habilidades para relacionarse y ser aceptado socialmente, aunque puede llegar a
ser muy apreciado en su círculo. Predomina en él la estimulación interior.
La persona tímida disfruta de la
estimulación externa que le aporta la relación con los demás, pero no presenta
habilidades necesarias y tiene miedo a hacer el ridículo o piensen mal de él.
Predomina falta de confianza en situaciones sociales.
Tanto los introvertidos como los tímidos pueden tener
ansiedad social y agobio a que se les destaque en público, prefieren no
sobresalir. Al introvertido le resulta estresante sentirse invadido por
estimulación externa, mientras el tímido es por inseguridad, miedo y falta de
habilidad. Podemos encontrarnos introvertidos y tímidos a la vez. El
introvertido y tímido suelen preferir el elogio en privado, mientras que
extrovertido en público.
Imagen. Los chicos/as introvertidos y tímidos no les gusta destacar.
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