5 ago 2024

Etiología de la Discapacidad Intelectual [Discapacidad y deporte]

Después de ver la evolución y el concepto de la Discapacidad Intelectual y las características de la misma, seguimos con esta discapacidad hablando sobre los factores que influyen en ella ampliando los contenidos de nuestra sección centrada en la Discapacidad y el mundo del deporte.


Etiología de la Discapacidad Intelectual [Discapacidad y deporte]

Entre los factores que influyen en la discapacidad intelectual encontramos: factores conductuales (comportamiento), biomédicos (herencia), educativos y sociales (referencia al entorno).   

Estas discapacidades pueden sucederse antes, durante o después del parto encontrando entre sus causas las siguientes:
  • Prenatales: antes del nacimiento puede presentar problemas genéticos, enfermedades infecciosas, retraso mental hereditario, riesgos maternos, incompatibilidad de RH, alteraciones metabólicas.
  • Perinatales: durante el parto puede presentar dificultades como la colocación del feto, el peso del niño, el cordón umbilical, la duración y dificultad del parto, anoxia, ictericia (aumento de la bilirrubina), infecciones diversas.
  • Postnatal: hipoxia, factores sociales (deshidratación, desnutrición…) o socioeconómicos (estimulación y alimentación), radiaciones, ingesta de tóxicos, tumores cerebrales, traumatismos, anomalías craneoencefálicas, encefalitis o meningitis…
Encontramos una serie de factores de alerta en los niños a los pocos meses que pueden anunciarnos que nos encontramos ante un niño con discapacidad intelectual. A veces no es realmente indicativo, pero puede orientarnos. A modo de ejemplo encontramos las siguientes habilidades que pueden ser indicativas si no es capaz de realizarlas en función del tiempo del niño:
  • En el primer mes: presenta escasa respuesta corporal a los sonidos, una irritabilidad o llanto constante, dificultad en la succión-deglución.
  • A los 2-3 meses: sigue sin reaccionar a los sonidos, no le tranquiliza al niño la acción de la madre, no fija la mirada y no sigue objetos.
  • A los 4-6 meses: no dirige la mirada hacia la voz de la madre o hacia un objeto que se localiza dentro de su campo visual, no ha desarrollado la sonrisa social, no emite sonidos, no mantiene control cefálico.
  • A los 7-9 meses: no intenta jugar con sus pies sujetándolos con las manos, no intenta alcanzar objetos, no distingue al cuidador principal de otras personas, no realiza volteos.
  • A los 10-12 meses: no muestra interés por los objetos, no realiza emisiones vocálicas, no realiza ni intenta ningún tipo de desplazamiento en el suelo, no es capaz de mantenerse en sedentación ni bipedestación.
  • A los 13-15 meses: no reacciona antes personas conocidas y desconocidas, no reconoce juegos familiares, no comprende órdenes simples, no ha desarrollado los precursores del lenguaje, no se desplaza con apoyo.
  • A los 16-18 meses: no coge objetos del suelo ni identifica objetos familiares por su nombre, no emite palabras con funcionalidad, no camina de forma autónoma.
  • A los 24-30 meses: escaso desarrollo en la motricidad fina y manual, no realiza imitaciones sencillas, no hace un uso apropiado de los juguetes, presenta inestabilidad en la marcha, no hace uso de la indicación ante objetos y personas familiares, manifiesta poco interés por las personas y niños de su entorno, realiza movimientos repetitivos y extraños.
Imagen. Influyen numerosos factores en la etiología de la discapacidad intelectual.

Bibliografía: Sanz, D. y Reina, R. (2013). Actividades físicas y deportes adaptados para personas con discapacidad. Barcelona: Paidotribo.


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