Retomamos
nuestra sección de Metodología en la Intervención de Audición y Lenguaje.
Anteriormente estuvimos tratando la sección centrada en Estrategias y Principios de Intervención viendo contenidos de intervención del maestro de
Audición y Lenguaje, pero ¿cómo debe intervenir? Vamos a verlo en la siguiente
entrada.
Propuesta de intervención indirecta
del lenguaje escolar por el maestro de AL [Metodología en la Intervención de
AL]
Anteriormente
vimos que la intervención
en el lenguaje abarca todas las dimensiones y procesos del lenguaje tanto
oral como escrito, es decir, implica a las bases funcionales (de audición como
aparato fonador), las dimensiones del lenguaje que se hayan detectado
previamente, aspectos lectoescritores y cognitivos.
Es recomendable
sugerir una forma de intervención en el lenguaje que abarque tres grandes bloques, ya
que va a facilitar al profesional saber en cada momento si ha tratado todos los
aspectos que debe intervenir y si están todos los contenidos que necesita para
obtener una buena intervención.
Aunque sea de
forma breve se debe trabajar en cada sesión los siguientes bloques:
- Intervención directa sobre la patología del trastorno. Ya comentado en una anterior entrada.
- Intervención indirecta sobre la patología o el trastorno.
- Intervención complementaria escolar.
Vamos a ver a modo
de ejemplo una propuesta de intervención indirecta sobre la patología o el
trastorno.
Como praxias
bucofaciales, las linguales, labiales o palatales son ejercicios imprescindibles
para movilizar zonas de órganos fonadores. Por ejemplo, ejercicios de proyectar
la lengua y labios, movimientos fuera-dentro, izquierda-derecha, presión y
masaje de labios, etc.
Como ejercicios para
trabajar la discriminación
auditiva y visual se pueden localizar la fuente sonora, identificar sonidos,
ruidos y sus cualidades, memoria auditiva secuencial, discriminación del ritmo
de palabra, figura-fondo de audición, etc.
Las actividades de
respiración
producen mejora en la emisión sostenida de determinados sonidos y tonos
alternativos, permiten su reeducación, distinguir tiempos de respiración, la
espiración de inspiración, ejercicios de ritmo, de canto, etc.
Se recomiendan
ejercicios de control de soplo, cantidad y dirección.
La psicomotricidad
también está relacionada con el lenguaje al permitir al niño/a conocer su
cuerpo. Por ello, se proponen actividades que desarrollen la coordinación
motora, el esquema corporal, la orientación espacial, la lateralidad, percepción
espacio-temporal, etc.
Por último, la relajación
es una actividad que se puede realizar en cualquier momento de la intervención con
el alumnado que lo necesite. Es un buen momento al inicio de la sesión si el
niño es nervioso (por ejemplo, hiperactivo) o al final de la misma, para que termine
relajado. Se pueden trabajar desde técnicas de relajación, como la relajación
activa de Jacobson o pasiva de Schultz, la presión/relajación segmentaria,
relajación por tacto, etc.
Puedes volver a la sección de Estrategias y Principios de Intervención en AL sobre nuestra sección dedicada a la Metodología en la Intervención de Audición y Lenguaje en el siguiente enlace:
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