¿Qué enfoques o corrientes psicológicas se pueden destacar en el campo de la Psicología? A continuación se abordará una de las mismas, concretamente, el conductismo, en una entrada perteneciente a nuestra categoría de Psicología de la Motivación, perteneciente a la introducción de esta disciplina.
Enfoque conductista en Psicología [Psicología de la Motivación]
Hoy en día encontramos diferentes enfoques o corrientes psicológicas que representan distintas formas de abordar los temas fundamentales de la psicología. Cada uno presenta unas características concretas a la hora de estudiar la conducta y los procesos mentales, y no todos utilizan el método científico.
Diferentes autores afirman que la psicología no tiene un enfoque único y universal ampliamente aceptado por todos los psicólogos, sino que existen simultáneamente diversas escuelas o enfoques. De igual modo, otros autores consideran que es una ciencia sin un enfoque único sino que coexisten varios a la vez.
Entre los más enfoques actuales de la psicología se destacan los siguientes: conductista, cognitivo, biológico, psicodinámico, humanista, evolucionista y sociocultural.
El enfoque conductista se centra en el estudio de la conducta observable o manifiesta, porque considera que esta está determinada principalmente por la estimulación exterior.
Los psicólogos conductistas rechazan explicaciones mentalistas y no tienen en cuenta ni emociones ni raíces biológicas de la conducta. Analizan los efectos del ambiente porque predicen el comportamiento y predisponen al organismo para dar o no una respuesta, y observan la respuesta conductual, para terminar examinando las consecuencias observables de esa respuesta.
Su principal objeto de estudio es la conducta observable, porque es el acto lo que hay que entender, controlar y predecir. Como consecuencia de ello, la conducta se reduce a una red de conexiones sensomotoras entre estímulos y respuestas, concebida en términos mecanicistas muy simples, relegando el cerebro a mera centralita encargada de conectar impulsos nerviosos procedentes de determinados receptores con sus músculos o glándulas, para realizar determinadas acciones.
Sin embargo, la realidad es otra, ya que entre estímulos y respuestas ocurren más cosas de las que imaginaban los conductistas. Es evidente que un organismo no responde siempre de igual manera a un mismo estímulo ni tiene por qué responder de distinta forma a diferentes estímulos, dado que el comportamiento del ser humano es mucho más flexible y espontáneo y difícilmente explicable en términos exclusivamente mecanicistas.
El enfoque conductista influyó considerablemente en la psicología científica durante gran parte del siglo XX y todavía continúa influyendo en otros enfoques psicológicos debido a su énfasis en una experimentación rigurosa y por una estricta determinación de las variables experimentales.
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