¿De dónde surgen nuestras ideas y
representaciones? Este es un tema planteado permanentemente desde la Edad
Moderna hasta la psicología actual. Se destacan una serie de posiciones
principales para explicar la formación de conocimiento, destacando el empirismo,
innatismo y constructivismo. Vamos a ver el segundo de ellos en una nueva
entrada de Psicología, concretamente sobre Psicología
del Desarrollo y su categoría centrada en el Significado de Desarrollo.
La concepción del innatismo [Psicología del Desarrollo]
Tras
ver el empirismo anteriormente como una de las posiciones para explicar el
conocimiento, encontramos que existían filósofos
racionalistas como Descartes, Spinoza y Leibniz, que
indicaban que una parte del conocimiento no venía de la experiencia. Se hablaba
del innatismo, el cual afirmaba que la mente tiene
conocimientos a priori innatos, sin los cuales sería imposible conocer.
Descartes,
Spinoza y Leibniz señalaban que en el conocimiento existía una parte que ponía
el sujeto y que no podía venir de la experiencia, es decir, la capacidad de
aprender no podía ser resultado de nuestra experiencia. El innatismo considera que nuestra mente tiene
conocimientos innatos sin los cuales sería imposible conocer.
Kant, con su filosofía crítica, sintetizó el
empirismo e innatismo, reflejando que la mente precisa de categorías que sirven
para organizar la experiencia, aunque fuesen igualmente imprescindibles. Sostiene
que la noción de objeto junto a las categorías de espacio, tiempo, causalidad, número
(necesarias para organizar nuestra experiencia) son innatas.
Otros
autores consideran que disponemos de capacidades no aprendidas para diferenciar
las personas de las cosas, para adquirir el lenguaje, o un sentido innato del
número. Por ejemplo, la psicología de la
Gestalt defendía una forma de innatismo para organizar nuestra
percepción. Por otro lado, Chomsky defendía la adquisición del lenguaje
mediante un dispositivo innato.
Actualmente,
existe una fuerte corriente innatista
centrada en investigaciones sobre la primera infancia y las capacidades de los recién
nacidos, que resurge tras años de dominio empirista conductista.
Mehler considera que el progreso del conocimiento
es como un “desaprendizaje”,
debido a que la experiencia va eliminando capacidades y disposiciones de los
pequeños y selecciona solo algunas. Es decir, unas pocas capacidades humanas están
en nuestra genética dándonos a entender que el desarrollo no es un proceso de enriquecimiento
como se suponía anteriormente.
En
próximas entradas, tras este innatismo y el empirismo anterior, se abordará la
posición del constructivismo.
Imagen. Noam Chomsky.
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