Anteriormente, en la categoría dedicada a la aproximación a la Psicología Social, se comentaron unos principios básicos, como por ejemplo la realidad objetiva frente a la construida, los determinantes de los procesos psicológicos y la influencia de los demás. En la siguiente entrada se abordará el pensamiento no racional y su importancia, en un nuevo contenido de Psicología Social.
Los psicólogos sociales consideran que nuestra mente no funciona de forma lógica y racional, como pensaban los modelos clásicos de toma de decisiones. Las actitudes, el pensamiento y la memoria, operan a lo largo de un continuo entre dos formas diferentes de procesamiento: una consciente (deliberada) y otra inconsciente (automática).
El procesamiento no se trataba del subconsciente postulado por Freud, al hablar de impulsos que subyacen tras nuestros actos. Se refiere a un procesamiento mental intuitivo al que se recurre sin darnos cuenta en la gran mayoría de situaciones en las cuales nos encontramos.
Es como si fuese ir en piloto automático al realizar la mayoría de tareas mentales rutinarias, lo cual suele funcional muy bien, permitiendo ahorrar tiempo y esfuerzo cognitivo.
Presenta inconvenientes, los cuales se observan en errores o sesgos cometidos cuando se confía en exceso en la intuición. Por ello, al tomar alguna decisión importante, toma las riendas el procesamiento deliberado, ya que si no es así las consecuencias pueden ser negativas.
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