Volvemos con una serie
de conocimientos que se deben dominar sobre el aparato locomotor, concretamente
se abordará un tipo de tejido que encontramos en nuestro organismo: los ligamentos.
En la siguiente entrada vamos a abordar una nueva entrada de entrenamiento
personalizado.
Los ligamentos [Entrenamiento personalizado]
Los tendones son tejidos que permiten a los músculos
insertarse en los huesos y transfieren a huesos una tensión originada por el
músculo, produciendo movimiento. Por otro lado, los ligamentos unen hueso con hueso,
sujetando articulaciones, diferenciándose de tendones en que unen los huesos
por ambos extremos.
Los
ligamentos
presentan una composición parecida a la de los tendones. Sus haces de colágeno
adoptan una disposición paralela entre sí.
Presentan
diversas formas según la forma de los huesos en los cuales se insertan. Por
ejemplo, como hojas planas, como bandas o funículos gruesos.
Es
interesante destacar que los ligamentos presentan una concentración de proteína
elastina,
la cual tiene una composición bioquímica compleja, que confiere a los
ligamentos extensibilidad y capacidad para recuperar su longitud sin deformación
una vez que el estiramiento o la fuerza desaparece. Esta característica
equilibra la capacidad de sujeción y elasticidad de las articulaciones.
Podemos resumir que la elastina tiene una composición
bioquímica muy compleja que aporta a los ligamentos cierta extensibilidad y
capacidad para recuperar su longitud sin deformación.
Imagen. Algunos ligamentos de la articulación de la rodilla.
Bibliografía: Kravitz, L (2008). Estructura y función de los sistemas muscular, nervioso y óseo. En R. Earle y T. Baechle (eds.), Manual NSCA. Fundamentos del entrenamiento personal (pp. 19). Barcelona: Paidotribo.
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