Retomamos el aparato
locomotor con una serie de conocimientos que se deben dominar, concretamente se
abordarán las fascias y sus funciones. En la siguiente entrada vamos a tratar una
nueva entrada de entrenamiento personalizado, centrándonos en el aparato locomotor.
Las fascias y sus funciones [Entrenamiento personalizado]
La fascia es una palabra latina que significa
banda o venda. Anatómicamente, es un término utilizado para designar todos los
tejidos conjuntivos que no tienen un nombre específico. Varían en forma y
grosor según las exigencias funcionales que soportan.
Se
destacan tres
tipos de fascias:
- Superficial: tejido bilaminar y fascia más externa, que se extiende directamente bajo la piel. Presenta distintas cantidades de grasa y garantiza la capacidad de la piel de moverse.
- Profunda: debajo de fascia superficial. Más compacta y resistente que la anterior y fusionada con músculos y huesos. Además, sirve para separar los órganos internos y los músculos entre sí.
- Íntima: membrana serosa que presenta líquido y reviste directamente vísceras internas.
Todos
los tejidos conjuntivos del músculo, incluidos el sarcolema, el endomisio,
perimisio y epimisio, son variantes de fascia, los cuales presentan nombres
específicos según el lugar donde se localicen.
Por
último, la fascia presenta una serie de funciones principales:
- Aporta un marco intramuscular formando enlaces en el músculo y salvaguardando su estabilidad.
- Transmite de forma segura y eficaz las fuerzas desarrolladas por el músculo.
- Ofrece el aislamiento necesario entre los distintos órganos y tejidos del cuerpo, permitiendo su correcto funcionamiento sin inhibir las estructuras adyacentes.
Imagen. Ejemplos de fascias.
Bibliografía: Kravitz, L (2008). Estructura y función de los sistemas muscular, nervioso y óseo. En R. Earle y T. Baechle (eds.), Manual NSCA. Fundamentos del entrenamiento personal (pp. 19). Barcelona: Paidotribo.
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